jueves, 3 de noviembre de 2011

Un día volveré a por TI.

"Un día volveré a por ti" Me dijiste una tarde de invierno, mientras tus manos acariciaban mis mejillas.

Yo miré al cielo y apreté mis labios con fuerza, ahogando una queja, un reproche, una impotencia del que nada puede hacer.
Hace ya tanto tiempo de aquello que apenas recuerdo de la expresion de tu rostro mientras me lo decías; Un día volverás a por mí, pero... ¿cuándo? Lo nuestro, lo tuyo, lo mío, fue algo sin premeditar, loco, absurdo, sin sentido.
Pero maravilloso al fin y al cabo.


Te fuiste, me dejaste sola y vacía, como a un perro al que su amo deja abandonado a su suerte. En tu defensa diré que siempre supe que este momento llegaría, antes o después, sabía que algo tan bueno no podía durar, que todo lo que EMPIEZA, TERMINA.
Pero tenía esperanzas de poderlo disfrutarlo un poco más, solo un poco más...

"Un día volveré a por ti"

Pero ese día se va desvaneciendo, se dispersa, se evapora, y yo siento que no volveré a verte jamás, y me recrearé en el pasado a lo que sentía estando contigo. El corazón acelerado al verte venir hacia a mi, escalofríos, cuando clavabas tus ojos en los míos, derretirme en tus brazos mientras me besabas.
PODÍA SENTIR LA FELICIDAD.


Fuiste el primero en advertirme que esto tenía fecha de caducidad, y aún así, quise arriesgarme. Aposté todo en una carta y sabe Dios que lo volvería a hacer miles de veces. Pués... mereció la pena.


Pero sigo adelante, y me aferraré a tus últimas palabras como una oración antes de dormir, teniendo FE en ellas.
"Vuelve amor mio, te estaré esperando."

No hay comentarios:

Publicar un comentario